Sea cual sea su tamaño, la división de su cuerpo siempre es la misma: cabeza, tórax y abdomen.
Hasta antes de ser adulto, un insecto crece, pero para ello debe eliminar y rehacer varias veces su exoesqueleto, formado en gran parte por una sustancia que le da resistencia, llamada quitina. Esta sustancia determina en gran medida los cambios o mudas durante la etapa juvenil. El esqueleto externo recubre todo el cuerpo del insecto, incluidas sus patas, ojos, antenas y tubo respiratorio o tráquea.
El cuerpo de la mayoría de los insectos mide entre 2 y 40 milímetros, aunque hay algunos que alcanzan un largo de casi 30 centímetros. Sea cual sea su tamaño, la división de su cuerpo siempre es la misma: cabeza, tórax y abdomen.
martes, 10 de abril de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario