jueves, 26 de abril de 2007

Insectos.











Hay insectos que muerden al ser atacados, y otros que emplean sus aguijones, como las abejas.
Las hormigas rojas, si se las molesta, arrojan un ácido que irrita la piel de su enemigo. Se podría decir que los insectos comen de todo: jugo de las hojas, frutas, granos, larvas de otros insectos, carne, materia en descomposición, basura o madera.
También existen insectos parásitos, ¡muy peligrosos!, que se alimentan de la sangre que chupan de los animales y del hombre, como las chinches y los piojos, que a menudo son portadores de graves enfermedades. Ciertas moscas inoculan sus huevos bajo la piel de las personas, y sus larvas se alimentan de la sangre y la piel.
El apetito de algunos insectos no tiene límites, como el piojo de los libros. Una colonia de estos pequeños "hambrientos de cultura" puede almorzarse una biblioteca en un dos por tres.
Las temibles hormigas de África y del Amazonas; un "regimiento" de ellas es capaz de devorar un caballo vivo. Larvas, como las del "escarabajo de San Juan", se pasan tres años debajo de la tierra antes de convertirse en ninfas, y se dan verdaderos atracones de hongos y raíces.

Pero los insecticidas, que fueron mortales para algunas especies, hoy sólo les causan estornudos, de manera que desde hace unos años se intenta controlar las plagas con otros insectos que se alimentan de estos insectos dañinos.



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